Lejos nos queda la semana loca de Marzo 2020 en que Pedro Sánchez anunció el estado de alarma. Una semana que el consumidor recordará por las fuertes roturas de stock del papel de váter y ventas desorbitadas que producían cuellos de botella en las cajas nunca vistos en navidades anteriores.
Mucho hemos aprendido desde entonces. La experiencia nos confirma que el sector tiene capacidad de cambio y adaptación a demandas fluctuantes y nuevos escenarios.
¿Qué escenario hemos tenido en pandemia?
El sector ha finalizado 2020 con grandes crecimientos en facturación, ya que ha sabido capitalizar la pérdida de volumen de negocio del sector de la Hostelería nacional. En 2021, parece que todo continuará igual, por lo menos hasta que no haya una nueva normalidad controlada y la Hostelería pueda resurgir como centro neurálgico de la sociabilización de la ciudadanía.
El ritmo de aperturas de nuevas tiendas físicas, no sólo ha cumplido las expectativas, sino que en muchos casos lo ha superado con creces. Era obvio que las cadenas más activas en los últimos años seguirían a un alto ritmo inversor. Pero no sólo han sido ellas. Incluso los actores menos activos o con recientes problemas financieros, han mostrado el deseo de aumentar su red comercial.
Cuando pasen unos años todo esto será lo de menos. Lo que perdurará en el tiempo, después de superar esta crisis sanitaria, será el cambio de mentalidad tanto en profesionales del sector como en los consumidores. Ahora ya no vemos la opción de la omnicanalidad tan lejana. El Canal Online ya lo tenemos aquí y debemos implementarlo. Todos nos hemos vuelto a plantear el hecho de tener una fuerte presencia en la red, para cuando este canal cope gran parte de la cuota de mercado, estar posicionados y tener ese know-how que nos permita seguir dando el mejor servicio al cliente.

¿Cómo puede evolucionar el sector de los supermercados?
El sector de los supermercados va a evolucionar a un ritmo vertiginoso como viene ocurriendo los últimos años. Los focos dónde se va a centrar el cambio, la adaptación y la innovación van a ser los siguientes:
- Fiebre comerciante. No hay que olvidar que en el ADN del tendero sigue habiendo esa fiebre sumamente comerciante. En los próximos años se seguirá capitalizando parte de los beneficios en hacer crecer la red comercial y adecuar las tiendas offline más antiguas a las crecientes exigencias del cliente.
- Apuesta por la proximidad. Después de esta crisis, muchos locales de bajo metraje van a quedar vacíos. La creciente necesidad de cercanía con el cliente y rapidez en la entrega a domicilio hará que las principales cadenas sigan apostando por la proximidad y cercanía como una forma de expansión “controlada”.
- ¿Nuevas fórmulas? Debemos mirar de reojo todos estos nuevos conceptos como Dark Kitchen o Dark Store que están apareciendo y que cada vez nos son más familiares. Veremos cómo influyen en las estrategias aflorantes de multicanalidad, y cómo, a través de ellas, se consigue llegar cada vez más al cliente final.
- Crecimiento inorgánico y modelo franquiciado. Es muy probable que en los próximos años se vea alguna compra voluminosa de tiendas, o incluso de marcas, de negocio, o de sociedades. Asimismo, el crecimiento en los supermercados regionales seguirá siendo, como en los últimos 10-15 años, un modelo franquiciado o cooperativo. Estos modelos permiten competir con las economías de escala de los monstruos del sector.
- Ahorro en costes logísticos y estructurales. Llevamos años invirtiendo en mejoras logísticas en toda la cadena de suministro: aprovisionamiento, almacenes, distribución, repartos de última milla y, operaciones y procesos en tienda. Esta inversión va a ser creciente debido a la alta competencia que existe en el mercado y al ver las orejas al lobo con el crecimiento del modelo de compra Online. Además, es más que probable que sigamos con grandes reestructuraciones organizativas de más de una compañía cuando vuelvan las vacas flacas.
- Previsión de la demanda y gestión de stocks. Además de aplicar mejoras en ciertos procesos logísticos, las compañías cada vez están trabajando más en stocks mínimos, con proveedores homologados y precios de compra estables, revisables por volumen. Una mejor y más fiable previsión de la demanda conlleva poder reducir al mínimo la merma en tienda por productos perecederos, aumentar el volumen de disponibilidad en estanterías y decrementar el porcentaje de venta perdida.
- Asentamiento del modelo de negocio online. Durante los próximos años veremos qué modelo de almacenes serán los óptimos para dar un servicio de Quick Commerce a una red tan capilarizada como la que tenemos en el sector de Alimentación. Comer todo el mundo come. Y contra margen, como buenos comerciantes, no vamos a ir 😛
- Sostenibilidad. Este año 2021 nos hemos encontrado con una medida contundente al eliminar las bolsas de plástico. Durante los próximos 5-10 años habrá importantes cambios en la materia prima del packaging de los productos comercializados para reducir el plástico y su afectación al medio ambiente. Además, se harán grandes inversiones industriales y también en flota sostenible para reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
En Hedyla seguimos trabajando muy de cerca con y para el cliente. Seguimos escuchando muy de cerca sus necesidades y la evolución del sector de los supermercados. Sin lugar a dudas, los próximos años van a ser de un arduo trabajo porque las mejoras en optimización de los procesos logísticos van a estar a la orden del día, y nosotros estaremos presentes para aportarles siempre la mejor solución.

Director Comercial en Hedyla
Ingeniero de telecomunicaciones y Master en administración de empresas con más de 8 años de experiencia en la gestión de negocio, ventas y operaciones en los sectores de alimentación, supermercados, gran consumo y telecomunicaciones.
Apasionado de la lectura y el conocimiento práctico aplicado en la empresa.