Desde el inicio de la pandemia es evidente que ha habido un crecimiento considerable del sector del e-commerce. Como consecuencia, tanto tiendas online como los operadores logísticos se han puesto manos a la obra para mejorar y aplicar todos los cambios necesarios tanto en la gestión de almacenes como en la distribución de última milla. Sin embargo, grandes comercios y centros de distribución han dado un paso más allá en la ubicación de los almacenes.
Se conoce que actualmente se han abierto 82 parques logísticos en España en los últimos 2 años, lo cual es una cantidad muy notable conociendo el impacto del boom del e-commerce. Sin embargo, ¿qué estrategias están teniendo en cuenta las empresas para ubicar sus actividades en ciertos centros logísticos? Si quieres conocerlas, ¡echa un vistazo!
Características del producto
Se trata de uno de los factores más importantes en la ubicación de los almacenes, ya que el producto que se desea vender o distribuir es el centro del modelo de negocio, ya sea B2B o B2C. Sin embargo, también se debe de tener en cuenta varios componentes de los bienes como la durabilidad, la estabilidad intrínseca y la manejabilidad.
La durabilidad es un aspecto fundamental cuando se trata de bienes frescos en los que se debe consumir poco después de su adquisición como los alimentos. Mientras que la estabilidad intrínseca es un factor relevante para los productos químicos en el que su manejo incorrecto puede causar problemas para la salud, por lo que están más seguros, siendo almacenados solamente en su planta de producción y los puntos de uso. Cabe también contar con la manejabilidad como punto destacado como los líquidos y áridos a granel porque no es conveniente guardarlos en muchos lugares y transferirlos hasta que ya estén envasados.
Capacidad de producción
Otro de los aspectos que se debe tener en cuenta en la ubicación de los almacenes es la capacidad de almacenaje, que sea en proporción a la cantidad de fabricación y/o de importación por parte de los proveedores. Pero no únicamente se trata de centrarse en su volumen, sino que también se presta atención a otros factores como los grados de transformación.
Los grados de transformación clasifican los bienes sobre la cantidad de procesos requeridos para convertirse en la manufactura que distribuyen (que puede no ser necesariamente destinado al consumidor final dependiendo del modelo de negocio). Un producto con un grado bajo de conversión suelen ser aquellos que necesitan sólamente ser envasados y/o procesados como los bienes frescos. Mientras que un artículo con un grado medio o alto de modificación son los que pasan por bastantes o muchos desarrollos y cambios para que sean aptos para la venta como los materiales industriales, por lo que podría necesitar varios almacenes para las materias primas involucradas en la fabricación.
Finalmente, se sabe que una red de distribución se compone principalmente de las siguientes tres características de los almacenes: el número, localización y tipos de almacenes. Mantener estos aspectos en equilibrio para ser lo más rentable posible no es nada sencillo por la tediosa planificación que conlleva, aparte de que hay dos factores importantes a tener en cuenta: la composición y el reparto en la red de comercialización.


SEO & Inbound Marketing
Graduada en Diseño y Producción de Videojuegos formándose actualmente en Marketing Digital con enfoque al SEO y al Inbound Marketing.
Creando artículos de valor y apoyando la comunicación al sector tecnológico.