¿Cómo se miden y se reducen las emisiones de CO₂ en el transporte?

El sector del transporte es una de las industrias que más emisiones de dióxido de carbono emite, ya que en Europa supone alrededor del 25% de las emisiones totales. Por dicho motivo, cada vez son más los profesionales del sector que se preguntan cómo medir las emisiones de CO₂ en el transporte y establecer medidas para reducirlas.

Estos son los pasos a seguir para poder medir las emisiones de CO₂ en el transporte dentro del sector de la logística:

Calcular la huella de carbono

El primer paso que se debe de realizar para calcular las emisiones de carbono es detectar las actividades específicas que generan la huella de carbono. En el caso particular del transporte, dichas acciones se centran en el consumo del combustible de los vehículos y los parámetros que sigue son los siguientes:

  • el tipo de combustible
  • la cantidad de combustible usada
  • el número de vehículos activos

Para ello, existen varios métodos para calcular la cantidad de emisiones que genera cada vehículo. Por ejemplo, una de ellas es instalar unos dispositivos en los vehículos que realizan una estimación aproximada basada en varios parámetros como la distancia recorrida, el tiempo en ralentí, entre otros. Otra forma de medir estos valores es realizar estimaciones con una base de datos.

Analizar las rutas de transporte

Sin duda, es uno de los pasos más importantes para empezar a medir las emisiones de CO2 en el transporte. Esto se debe a que las rutas de transporte son uno de los factores que más impacta en el gasto del combustible y, por ende, el aumento de las emisiones.

En este caso, cuando se analizan las rutas de reparto, se pueden encontrar varias oportunidades que permiten el ahorro de combustible, como minimizar los kilómetros innecesarios, optimizar la carga de los vehículos y ser más eficientes en los pedidos para evitar los kilómetros en vacío. Hoy en día se pueden realizar dichos análisis de forma sencilla gracias al software de logística, en concreto, los optimizadores de rutas.

Fomentar una buena conducción

En la conducción de los vehículos existen hábitos no recomendables que aumentan el consumo del combustible, causando más impacto en la huella de carbono. Además de que dichas acciones no solamente gastan más combustible, sino que pueden reducir considerablemente la vida útil de los vehículos, necesitando más inspecciones y mantenimiento en el proceso.

Uno de los consejos imprescindibles para un buen manejo del vehículo es conducir a la velocidad adecuada de forma constante, evitando los acelerones y los frenos bruscos. Adicionalmente, se puede dar formación a los transportistas sobre dichas prácticas para asistir en la disminución de las emisiones de dióxido de carbono.

Ilustración vectorial del concepto de camión eléctrico - como medir las emisiones de CO₂ en el transporte vector

Cambiar a vehículos de bajo consumo

No hay duda de que actualizar la flota de vehículos hacia otros modelos más sostenibles es una forma más directa y eficaz de reducir en gran medida las emisiones de CO₂. Más aún cuando los vehículos superan cierta edad y ya no funcionan de forma efectiva, causando más consumo de combustible.

Los vehículos eléctricos y vehículos híbridos son dos de las opciones más eficaces para la reducción de la huella de carbono. No obstante, también existen alternativas que son menos contaminantes que la gasolina, como el gas natural o el biodiésel.

Usar tecnología de seguimiento de emisiones

Por último, hay que seguir monitoreando la cantidad de emisiones que genera la flota de vehículos de transporte si el objetivo principal es reducirlas. Para ello, existen dispositivos y tecnología de seguimiento de emisiones que permiten observar la cantidad de emisiones en tiempo real y controlar el rendimiento del transporte.

Entre dicha tecnología de monitorización destacan ciertos softwares de logística como un TMS que posea un módulo específico para controlar las emisiones de CO2 que genera la flota de vehículos activa. Además de que, también hay otros dispositivos y módulos que analizan el rendimiento de los vehículos y las rutas.

Conclusión

Medir y reducir las emisiones de CO2 en el transporte de mercancías es fundamental si se han establecido objetivos de reducción de la huella de carbono, por ejemplo, para poder acceder a las zonas de bajas emisiones de una ciudad. No obstante, hay pasos en el que la inversión inicial es muy elevada como adquirir nuevos vehículos, pero existen otras medidas más sencillas de aplicar y de controlar, como el análisis de las rutas.

En Hedyla desarrollamos nuestras herramientas logísticas adaptadas a las necesidades de cada cliente en función del sector que opera y de las restricciones aplicadas, siendo la reducción de emisiones de CO2 una opción.

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