Se conoce que la distribución de última milla consiste en todo el proceso de entregas hacia el consumidor final, es decir, en las rutas desde un centro de distribución hasta el domicilio o empresa del cliente. En muchas ocasiones, se hace especial énfasis a la distribución dentro de las grandes ciudades y de otros pueblos densamente poblados por sus retos del tráfico y del reparto por zonas asignadas.
Sin embargo, ¿qué hay de la distribución de última milla en las zonas rurales? Pese a que son lugares con una densidad de población baja y con menos tráfico, la distribución de la mercancía tiene sus propios retos debido a las largas distancias y la falta de facilidades que suelen tener las urbes. En este caso, ¿en qué se diferencia la distribución de última milla en los pueblos rurales con las zonas urbanas?
Si quieres conocer los retos de la última milla en zonas rurales y cómo se distribuye en dichos entornos, sigue leyendo.
Asociación con empresas locales
En la actualidad, ya es habitual ver operadores logísticos y demás empresas tener colaboraciones con pequeños negocios y otras empresas locales para utilizar sus espacios físicos como hubs urbanos o puntos de entrega. En los pueblos rurales, dichas asociaciones son más frecuentes e imprescindibles para optimizar la última milla rural.
Esto se debe a que las empresas locales ubicadas en las zonas agrícolas tienen una mejor comprensión de las zonas de distribución, como los servicios sociales logísticos que facilitan la entrega de productos a familias. Por lo tanto, tienen el potencial de ofrecer un mejor apoyo logístico, como zonas de almacenamiento temporales o puntos de entrega para las rutas de reparto que sean muy extensas o de difícil acceso.
Uso de vehículos especializados
Debido a la topografía irregular y las condiciones de las carreteras, los vehículos de transporte deben de estar adaptados al estado habitual de las vías de circulación rurales. E incluso, en ocasiones, es necesario contar con algún vehículo todoterreno o de tracción en las cuatro ruedas.
No obstante, existen varias empresas de transporte y otras organizaciones con una flota de vehículos adaptados para el terreno irregular. Ya sea contar con una flota de vehículos adaptada propia o contar con los servicios de otra empresa que los ofrezca, son opciones adecuadas para adaptar la distribución de última milla al entorno rural.

Uso de puntos de entrega comunitarios
Uno de los retos más evidentes en la distribución de última milla rural es la capilaridad de la misma, donde hay largas distancias entre los puntos de entrega y suelen ser de difícil acceso por la infraestructura poco confiable que puede causar demoras. Para ello, como se ha mencionado en la colaboración con las empresas locales, la clave para facilitar los repartos son los puntos de entrega comunitarios.
Los puntos de entrega comunitarios poseen la ventaja de centralizar las entregas de los destinos más remotos donde la entrega a domicilio no sea viable. De este modo, se saca el potencial de los lugares mejor conectados en un entorno rural como tiendas, oficinas de correos y otros espacios de reunión comunitarios para convertirlos en puntos de recogida.
Aplicar el seguimiento de entregas
En la logística moderna, son cada vez más los clientes quiénes tienen la necesidad de conocer en tiempo real el lugar y el estado de su pedido para garantizar que la mercancía llegue a tiempo en la dirección correcta. Dentro de un entorno desafiante para la logística en general y la distribución de última milla, dicha exigencia se duplica.
Por este motivo, los mejores aliados para conseguir tracking en tiempo real en las entregas son los sistemas GPS, etiquetas de seguimiento y otros dispositivos para garantizar la visibilidad en todo momento y la actualización de la misma en cada punto de control que pasa. Además de que la tecnología de seguimiento de entregas es vital para emplear la optimización de rutas para que los transportistas realicen rutas más eficientes en las zonas rurales.
Conclusión
Los retos que posee la distribución de última milla en zonas rurales parecen ser incluso más desafiantes que la última milla urbana, principalmente por la falta de infraestructuras adaptables que tienen los pueblos en comparación con las ciudades. No obstante, hay unos cuantos retos que tienen más en común de lo que parece, como los puntos de entregas y de otros que cubren necesidades totalmente distintas, como los vehículos adaptados a la topografía irregular.
En Hedyla adaptamos los parámetros de optimización de rutas acorde con el sector y los casos de uso que opera el cliente, cubriendo sus necesidades específicas y garantizando un nivel de servicio de calidad.

SEO & Inbound Marketing
Graduada en Diseño y Producción de Videojuegos formándose actualmente en Marketing Digital con enfoque al SEO y al Inbound Marketing.
Creando artículos de valor y apoyando la comunicación al sector tecnológico.