Conforme el sector de la logística y del transporte se va adaptando a las últimas tendencias como el auge del e-commerce, se va encontrando con retos cada vez más difíciles de pasar por alto. Uno de ellos son las congestiones de tráfico y la contaminación del aire a causa de las emisiones CO₂ y los municipios ya están empezando a aplicar medidas al respecto.
Una de las soluciones más relevantes es el uso de bicicletas para la distribución de última milla o conocido por Ciclologística. La ciclologística consiste en estrategias que buscan potenciar el uso de bicicletas y otros vehículos de movilidad sostenible para reducir la huella de carbono. Pero, para que se pueda aplicar con éxito a las ciudades, se debe de cumplir ciertos requisitos que faciliten su implementación y uso.
Si quieres conocer más sobre las claves necesarias para impulsar la ciclologística, sigue leyendo:
Identificar las zonas de alta densidad de entregas
Es uno de los primeros pasos a realizar antes de implementar otras estrategias que impulsen la ciclologística y supongan cambios en la infraestructura de la ciudad. Para ello, se debe de contar con información que pueden facilitar operadores logísticos o servicios de paquetería.
Desde barrios residenciales hasta distritos comerciales, cualquiera de estas zonas puede entrar dentro del “mapa del calor” del reparto. De esta forma, resultará mucho más sencillo diseñar rutas de reparto eficientes para los vehículos de movilidad sostenible mediante un optimizador de rutas.
Instalar Hubs urbanos
Sin duda, es uno de los elementos más indispensables para el impulso de la ciclologística, ya que, sin ellos, no es posible el reparto con bicicletas y otros vehículos ligeros. Eso es debido a que la mayoría de la distribución de última milla parte desde centros logísticos ubicados en los polígonos industriales, a las afueras de las grandes ciudades. Por lo que, sin la presencia de hubs logísticos, es necesario un vehículo más pesado como las furgonetas para realizar los repartos.
Pero no solamente se trata de instalar hubs urbanos en sí, sino que también se debe estudiar con detenimiento los puntos estratégicos de la ciudad donde un hub urbano y su flota de bicicletas sacaría su máximo potencial. Para ello, hay que tener en cuenta el volumen de entregas por zonas, el tráfico en las vías, otras calles que resulten de difícil acceso para vehículos más voluminosos, etc.
Colaborar entre entidades públicas y empresas privadas
En estos últimos años, han surgido varias empresas y startups con propuestas muy interesantes para impulsar la ciclologística en la distribución de última milla como Washa Logistics. Sin embargo, para poder llevar a cabo sus propuestas, es imprescindible contar con la colaboración de entidades públicas.
Desde los ayuntamientos hasta ciertas instituciones centradas en la movilidad urbana, se debe de establecer colaboraciones estrechas para que den luz verde a los proyectos de ciclologística. Particularmente, si la iniciativa requiere de algunos cambios en las infraestructuras públicas, como más lugares de estacionamiento de vehículos ligeros.

Mejorar las infraestructuras ciclistas
Es común que en las ciudades más grandes tengan varias zonas de circulación con carriles bici aproximadamente. Sin embargo, existen ciudades que se quedan un poco atrás en la cantidad de carriles, por lo que los ciclistas están obligados, según la normativa de España, a circular por la derecha de las vías de tránsito. Dicha falta de adaptación de las vías para la ciclologística puede ralentizar la distribución y ser una vía más insegura para los repartidores.
Para ello, se debe identificar las zonas con más tránsito de bicicletas y analizar las mejores maneras de implementar los carriles sin perjudicar la circulación de otros vehículos. Con dichas mejoras, los repartidores circularán por vías más seguras y eficientes, potenciando la ciclologística.
Además de que no sólo se trata de más carriles bici, sino que también hay que tener en cuenta los lugares de estacionamiento para bicicletas y otros vehículos ligeros. Con ello, los repartidores tendrán a su disposición más parkings para repartir los pedidos.
Establecer incentivos y políticas públicas
Estos últimos años, las autoridades están empezando a establecer zonas de bajas emisiones y limitando la entrada de vehículos más pesados o contaminantes con el objetivo de reducir las emisiones de dióxido de carbono. Por lo tanto, es fundamental que también establezcan incentivos y políticas públicas para facilitar el fomento de la ciclologística.
Dichos incentivos pueden incluir subvenciones, bonificaciones económicas o reducciones de impuestos que faciliten la transición desde el uso de vehículos con combustible a la adquisición de vehículos ligeros de movilidad sostenible. Además de que, para fortalecer el uso de bicicletas tanto en el reparto como en el uso personal, es recomendable promover el uso de este tipo de vehículos con campañas y programas de educación vial.
Conclusión
La ciclologística está siendo una tendencia muy atractiva para la logística urbana y la distribución de última milla por las numerosas ventajas que ofrece: reducción de emisiones y rutas de reparto más eficientes. Sin embargo, necesita formar una estrecha colaboración con los ayuntamientos y otras entidades públicas para, en caso necesario, adaptar las vías públicas y facilitar en la medida de lo posible la entrega con vehículos de movilidad sostenible.
En Hedyla trabajamos con clientes con casos de usos centrados en la paquetería y en el delivery para centrar las rutas de reparto por zonas con el objetivo de ahorrar tiempo y cumplir con una calidad de servicio excelente.

SEO & Inbound Marketing
Graduada en Diseño y Producción de Videojuegos formándose actualmente en Marketing Digital con enfoque al SEO y al Inbound Marketing.
Creando artículos de valor y apoyando la comunicación al sector tecnológico.